4 de febrero de 2024

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Los domingos son como cuando tienes un chocolate y te lo comes de a poquitos, procrastinando la manoesada idea de que en algún momento, tendras que tomar el ultimo trozo y la nostalgia se apoderará de uno

Pero allá vas, mientras no sea el último vas disfrutando con ahínco sin mirar más.

O pienso también que los domingos son como las verduritas que se te quedan en el fondo del plato y que en algún momento una de ellas sera la última.

No sé por qué relaciono el domingo con la escena nostálgica que me da elegir una cosa y dejar otra.

O como cuando el gato se me viene al regazo y de manera tácita, con los ojos abiertos como plato me dice que él también se siente en un bucle de saudades por ser domingo que para algunos último, y para otros primer dia de la semana 

Pero que para la gente como yo

Gente como uno

el domingo siempre será permanecer bajo la sombra de algún cansado cerezo.


3 de mayo de 2021

Vacuidades

Los domingos son como cuando tienes un chocolate y lo comes de a poquitos
procrastinando la manoesada idea de que en algún momento, tendras que tomar el último trozo y la nostalgia se apoderará de ti
Pero allá ves, mientras no sea el último (todavía) vas disfrutando con ahínco sin mirar más.
O pienso también que los domingos son como las verduritas que se te quedan en el fondo del plato y que en algún momento una de ellas sera la última y tocará levantarla con la cuchara.
No sé por qué relaciono el domingo con la escena nostálgica que me da elegir una cosa y dejar otra.
O como cuando el gato se me viene al regazo y de manera tácita, con los ojos abiertos como plato me dice que él también se siente en un bucle de saudades por ser domingo, para algunos último y para otros primer día de la semana
Pero que para la gente como yo
Para la gente como uno
el domingo siempre será permanecer bajo la sombra de algún cansado cerezo.

2 de febrero de 2021

El infinito viaje

A veces creo que soy una persona triste
Que trae en el corazón una esponja impregnada de agua y que de tanto en tanto le gotea por los poros o algún orificio de los oídos las gotas de melancolía con u fuerte saudade de extrañar gente, recuerdos o vetustos diálogos que se suspenden de entre las sinapsis que rehúso dejar pasar.
A veces siento que soy una persona triste y que puede sentirse triste en algunas micras de segundo, sin embargo me da algo de felicidad esa tristeza, es como si me mantuviera viva esa delgada línea entre uno y otro mundo, como si a propósito busco regresar para sentir una y otra vez esa sed de tanto experimentar en lo que se transforma la vida en esos momentos.
A veces veo que soy una persona triste pero que tengo la mente y el corazón llenos de momentos donde mucha felicidad circundaba mis mundos, la ambivalencia esta es extraña pero también de forma extraña me hace sentir los shots de vida que mientras intento se consciente sobre lo afortunada que soy y somos, sigue pasándose al contar de los minutos.
Lo sorprendente de saberse una persoma triste es que la percepción del tiempo sí es relativa y es un tesoro vivir esos picos como si anduviésemos en una montaña rusa porque no deseo renunciar a la idea de darme amor y cuidar de la niña interior que traigo dentro.
A veces no deseo ser una persona triste porque en mentes tan activas como la mía algunas cosas son el doble de pesadas y el agotamiento me come pero de pronto me siento yo misma como si fuese una canción de todo la playlist de bossa nova que cargo en el celular y de pronto soy felizmente triste, con mi tristeza bailando por todos lados, me hace llorar pero esta vez no es deprimente sino por el contrario, es real y hasta me toma de la mano con esos agigantados pasos.
A veces no soy triste
A veces soy canción
Otras solo un mal día dentro de una maraña de vidas
A veces soy y creo que por ahora, me gustaría seguir siendo (o no una perso a triste)

1 de febrero de 2021

Saudade

Hoy me habitó la sensación de vacío como quien mira la taza luego de haberse bebido el negro café
Infinitas coronas desviadas del camino apagando ecos y finiquitando suspiros
La ceguera cubierta de pulsos apagados por no haber resisitido y el malestar de corazón al saberse vulnerables
Somos el ciclo natural inclusive de este sufrimiento, incluso de los mal dicho "así es la vida"

8 de noviembre de 2020

Alveo los

Respirar, morirse, un virus, lejanías, buses
gente, calles, luces, mascarillas
Todas en un recuento de querer vivir en medio de una pandemia que nos quita el aire
Pero esto no es vida, me digo
Aunque quizás sí es vida pero no la que merece(mos) siempre vivir.

18 de octubre de 2020

Morado mes

Un turrón ha sido capaz de hacer extrapolar a niveles increíbles mi nebulosa habitacional.
He tenido una epifanía hoy mientras veía los brillantes colores de los caramelos macerados en esa miel de higo que tendido de esquina a esquina te revuelve las retinas de tanto fijar el foco...
Mi mamá es increíble
hace bien esto, aquello
Me he dicho que no se puede tener tanta suerte para reirme del sosiego que me producen los colores acompañados de un buen sabor de sabias desiciones
Recuerdo el libro de Vargas Llosa y me cago de risa
Pues reirme por sí mismo es una acción maravillosamente sistematizada que sinúa mis inferencias sobre la plácida semántica de lo que nos deambula sobre el hipotálamo como cuando te sabes en júbilo.
El costumbrismo es la corriente literaria peruana que caló más en mis profundidades
Pues ustedes no entienden que dijo Asencio Segura en el Queirolo ( y yo sí)
Total ya es octubre y no hay procesiones, ni las señoras sahumando el palo santo en la Av Tacna mientras le cantan, ni los silencios sepulcrales de sus baldíos hábitos morados impregnados de mudos latigazos.
Léanse a Ricardo Palma, bajen las cortinas , no maldigan a las lechuzas y no dejen nunca  de comer turrón.