Dos brazos que curan y aman
Ser
Fruta fresca que derramaba almíbar dulce
Ser
La madriguera tibia a la que siempre quiero llegar
Ser
El plato de sopa caliente que preparabas cuando estaba enferma
Ser
La extrañeza de una mente pragmática pero tierna
Ser
La compañía de lágrimas unidas a las mías cuando lloraba
Ser
El nido al que debo volver cuando haya terminado de explorar
Ser
Tan llena de vida, de gracia
Ser
La princesa de ojos castaños que se posa sobre el espejo vintage del comedor
Y ser hoy
Pero sobre todo por siempre estar
¡Gracias por todo, te amo má!
