30 de junio de 2015

Día 30

Esta historia está llegando a su fin, y no sé como terminarla. Miro los días que he escrito y me doy cuenta que faltan varios que no fueron nombrados, que no fueron descritos. Miro los días que quedan y no queda más que uno. Y al final no se que hacer. Y me dedico simplemente a publicar que hoy es miércoles o que puede ser jueves, o las dos cosas, pues en esta historia, como en la vida real, no hay certezas absolutas, todo depende que este puede ser el treinta o bien el día uno, el veintinueve o el dieciocho, o cualquiera de los números que hay en el calendario. Y que esta realidad bien pudo haber sido (y lo sigue siendo) un invento mío o un invento del destino, o las dos cosas o ninguna. Eso ya no depende de mí. Como sea, falta un día. Un último día para decir con gusto que la vida es una broma infinita y al mismo tiempo no, todo depende de quien lo vea. Aunque ya lo dije, (lo acabo de decir). Ni modo, por algo será.