4 de abril de 2015

Musa

Gracias N por haber llorado conmigo esa madrugada donde los ojos solo apuntaban a una dirección, por temerme en brazos 
Es el dolor, quien me recuerda, el miedo y mi miedo son inherentes a la especie, es este miedo que hace más fuerte la evidencia de que una felicidad asegurada como constante, ¿no sería como una horizontal en un electrocardiógrafo ?
A ti, a él y a mi.