Meses y la no presencia de sus exhaladas detrás de mis oídos
la visión se hace tenue ante las gotas de garúa que resbalan por el pómulo
las fotos guardadas en la alacena como un paquete de harina sin usar
un par de muertes que desorbitan mis pupilas, afloran
y yo, te amo, dentro, fuera, hasta la médula imprimada con ello
las manos congeladas guardan celosamente el espacio en donde tomaré tu rostro y lo estrecharé contra el mío, mío tu, llena de ti, estuve siempre yo
las manos congeladas guardan celosamente el espacio en donde tomaré tu rostro y lo estrecharé contra el mío, mío tu, llena de ti, estuve siempre yo
mis pies tienen el aroma de un amanecer agitado, con el perfume casi desvanecido entre las sabanas...
ese hábitat que se volvía nido de agitadas oscilaciones, frenesí reducido a cuatro paredes y mi aroma a coco
ese hábitat que se volvía nido de agitadas oscilaciones, frenesí reducido a cuatro paredes y mi aroma a coco
mio, tan mio como real
tan mio como lejano a la vez
tú me desvestías, empezabas quitándome la piel, luego los rojos músculos y finalmente, dejabas al descubierto la materia ósea, para besarla de polo a polo, sumergir tus labios en cada espacio en donde aun pendía de un hilo la piel
nos creabamos en cada vaivén, hacía que cada terminación nerviosa mía cobre vida propia y flote como una burbuja de jabón de una felicidad plena, por los aires, por los aires
vaivén de tus piernas
la telaraña en que se convertían las mías
viuda negra atrapando a su presa
la sal exiliada de tu cuerpo y del mío, muestra mineral de un viaje que empezaba con las encrucijadas miradas dentro de las neuronas sedientas por devorar con amor cada parte conjunta de piel
tan mio como lejano a la vez
tú me desvestías, empezabas quitándome la piel, luego los rojos músculos y finalmente, dejabas al descubierto la materia ósea, para besarla de polo a polo, sumergir tus labios en cada espacio en donde aun pendía de un hilo la piel
nos creabamos en cada vaivén, hacía que cada terminación nerviosa mía cobre vida propia y flote como una burbuja de jabón de una felicidad plena, por los aires, por los aires
vaivén de tus piernas
la telaraña en que se convertían las mías
viuda negra atrapando a su presa
la sal exiliada de tu cuerpo y del mío, muestra mineral de un viaje que empezaba con las encrucijadas miradas dentro de las neuronas sedientas por devorar con amor cada parte conjunta de piel
Fuera tú, fuera yo, un mes, dos, un año, un lustro, un siglo disfrazado de péndulo que va abriéndose paso por las irrigaciones sanguíneas y termina golpeando tan tan a la vista que me ciega por ratos
Por las salidas nocturnas en plena lluvia, en meses como estos, casi, ¿y yo, yo? capturando cada escena y viéndote la barba toda la noche, porque me preguntaba como algo podía ser tan prefecto, tan sublime y por ende hermoso, la barba tuya, refugio para la osezna en que me convertías cuando te posabas a dormir en mi senos
viéndote al sueño, sonriendo por la plenitud mía
Formas tan diversas de crearse el mundo, formas tan insólitas de amar/nos/se/te/los
viéndote al sueño, sonriendo por la plenitud mía
Formas tan diversas de crearse el mundo, formas tan insólitas de amar/nos/se/te/los
siempre seré ese recuerdo tácito que habite tu hemisferio, siempre seré ese día que odies del calendario.
yo no te amo, es cierto, pero siempre vas a ser un ser que a mi me lleno de cadé, pasó el tiempo y somos ahora dos sapiens sapiens que habitan esta Lima, en algún lugar del cuento, seguro permanecimos juntos, Álvaro.
yo no te amo, es cierto, pero siempre vas a ser un ser que a mi me lleno de cadé, pasó el tiempo y somos ahora dos sapiens sapiens que habitan esta Lima, en algún lugar del cuento, seguro permanecimos juntos, Álvaro.